Un clásico de la costa chilena, muchos restaurantes definen su calidad dependiendo de su pastel de jaiba. Antes era un poco complicado conseguir jaiba para preparar uno en casa, pero ahora venden jaiba congelada en casi todos los supermercados, aunque obviamente siempre quedara mas sabroso con jaiba “fresca”, también es mas difícil de limpiar y preparar, así que prepararemos este delicioso plato con jaiba congelada (record, escribí la palabra “jaiba” 6 veces en la introducción ;D) .
Ingredientes:
- 1/2 kilo de carne de jaiba desmenuzada y congelada
- 1 cebolla grande o 2 medianas
- 2 dientes de ajo
- 100 gr de mantequilla
- 2 marraquetas
- 1 y 1/2 taza de leche
- 3/4 taza de crema de leche
- queso rallado, pimienta, aji de color, sal
Preparación:
Picar la cebolla en cubitos pequeños al igual que los dientes de ajo, derretir la mitad de la mantequilla en un sarten y añadir la cebolla y el ajo, sudar hasta que la cebolla este transparente y en ese momento añadir pimienta y aji de color a gusto (Se llama aji de color, pero en realidad es pimentón, por lo que no es picante, a mi me gusta en este punto añadir un poco de merquen).
Desmenuzar las marraquetas y remojarlas en la leche, después de unos 15 minutos apretar el pan para sacar el exceso de leche (no demasiado apretadas, tienen que quedar bastante húmedas) y desechar los pedazos duros de corteza si es que quedo alguno. Revisar y desmenuzar cuidadosamente con las manos la carne de jaiba descongelada para sacar cualquier pedazo de caparazón que pueda venir mezclado con la jaiba, esto es muy común, así que recomiendo revisar unas dos veces muy detalladamente; luego mezclar esta carne de jaiba con el pan remojado y la cebolla frita, añadir la crema y 3 o 4 cucharadas de queso rallado. Probar si le falta algún aliño o sal y luego verter en los moldes, en este caso utilice 6 moldes pequeños de greda, aproximadamente de ancho de una palma de diámetro (soy pésima con las medidas).
Cubrir los moldes con queso rallado y trocitos de mantequilla, llevar a horno medio por 15 minutos aproximadamente y luego a fuego alto hasta que estén dorados.
Una nota, la consistencia del pastel depende de la cantidad de leche que le dejemos al pan, si les gusta bien consistente, aprieten mucho el pan remojado, si les gusta muy blandito con apenas una capa crujiente encima, incluyan gran parte de la leche donde remojaron el pan.