Para muchos, el invierno es equivalente a sopas; nada mejor para una tarde o noche lluviosa y fría que llegar a casa y tomar un plato lleno y humeante de alguna sopa o crema sabrosa.
En este blog ya les comentamos como preparar una suculenta sopa de papa y yogur y una exótica sopa tailandesa con leche de coco. La sopa de hoy también tiene como ingrediente la deliciosa y versátil leche de coco pero en un estilo muy diferente, esta sopa es mucho mas cálida y especiada que la tailandesa. Recomiendo no omitir el cilantro, ya que no es solo “adorno” y combina de excelente manera con el tomate de la sopa.
Esta receta es una versión de las famosas “Rasam”, sopas indias preparadas en base de tamarindo o tomates y muchas especias. La receta original la saque del excelente libro “Gordon Ramsay’s Great Escape”
Ingredientes (4-5 porciones):
- 500 gr de tomates
- 1 cebolla grande
- 2,5 cm de jengibre (aproximadamente el tamaño de medio pulgar)
- 2 o 3 dientes de ajo
- 2 ajíes rojos opcionales (o ají en polvo)
- 100 gr puré de tomates
- 1 lata (400 ml) leche de coco
- 1 puñado de cilantro
- aceite vegetal
- pimienta negra molida
- sal
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharadita cúrcuma en polvo
- 1 cucharadita comino en polvo
- 1 cucharadita semillas de comino
- Coco tostado en laminas para decorar (opcional)
Preparación
Como todo plato indio, al principio asusta la lista de ingredientes pero en su mayoría son especias y la preparación no tiene grandes complicaciones. Lo ideal es que los tomates sean de esos rojitos y bien maduros, lamentablemente tuve que comprar tomates de supermercado y por eso el color de la sopa no es tan rojo.
Calentar dos cucharadas de aceite vegetal en una olla y añadir la cebolla, jengibre y ajos picados con un poco de sal y pimienta hasta que la cebolla este blanda y traslucida. Agregar los dos ajíes rojos si les gusta picante, si les gusta mas o menos picante sáquenle todas las pepas y la parte blanda, y si no les gusta tan picante añadan solo un poco de ají en polvo o a gusto. Incorporar la hoja de laurel, cúrcuma, y comino y continuar cocinando por 5 minutos.
Pelar los tomates con mucho cuidado para conservar la mayor cantidad de “carne” posible y picarlos, si no están demasiado maduros saquen un poco de la pepa para que no quede tan ácida la sopa; añadir los tomates a la cebolla y el puré de tomate (o concentrado de tomate, en ningún caso salsa de tomate) y revolver bien. Continuar cocinando hasta que los tomates empiecen a molerse.
Incorporar a la olla una lata de leche de coco y la misma medida de agua hasta que comience a hervir. Bajar el fuego y cocinar lentamente 20 minutos hasta que los tomates estén muy blandos y se deshagan al tocarlos. Sacar la olla del fuego y procesar con una pymer o licuadora, tengan en cuenta que la mezcla esta muy caliente y cuidado con que salte y quemarse! (me suele suceder cuando meto una pymer a la olla directamente, auch…)
Si les gustan las sopas muy suaves pueden pasarla por un cedazo, a mi personalmente me gusta que tenga un poco de textura asi que con una molida rápida me basta. Probar por si le falta sal o pimienta, si esta muy ácida pueden añadir media cucharadita de azúcar para contrarrestarlo.
Servir la sopa bien caliente y con abundantes hojas de cilantro encima, si tienen pueden añadir laminas de coco tostado para añadir textura y algo crujiente.
Provecho!